Si estuviésemos jugando al
Estratega, ya habríamos acabado la partida con un clarísisimo vencedor:
Bush consigue el gasoducto afgano; pero como las vidas humanas no son intercambiables por fichas y papelitos, pues resulta que no, que la historia continúa con nuevas tácticas militares y de presión política con más manipulación mediática y sobornos que mermen la capacidad de reacción civil. ¿O eso también forma parte del juego?.
Gasoducto estratégico.