La visita a la Argentina de la ministra de cultura de España, Angeles González-Sinde, invitada especial al IV Congreso Iberoamericano de Cultura, que tendrá lugar en Mar del Plata, entre los días 15 y 17 del corriente, levanta las suspicacias (y motiva las ironías) de Daniel Link y de quienes se oponen al canon digital. Casi Angeles es el título de la nota.
«Como a mí me preocupa que luego la Sra. Fernández tenga que salir a defender estas políticas tan antipopulares, tan ruines, propongo una solución límpida y final a nuestros inquietos representantes: llamamos “cerebro” a los dispositivos de registro y almacenamiento que portamos desde nuestro nacimiento (podemos memorizar y recitar poemas, cantar canciones, etc.). Apliquemos un canon a la memorización y tasemos cada vida que nace según su capacidad para vulnerar los “derechos de propiedad intelectual” de los “artistas”. Si eso no alcanzara: canon al cuaderno Gloria. Niño que copia, va preso.»