La semana pasada falleció María Esther Gilio, una periodista uruguaya que destacó como entrevistadora y renovó ese género en el Río de la Plata y América del Sur. El Semanario Brecha la despide con un número especial, del que destaco aquí la nota que escribe Carlos María Dominguez: La mujer que aprendió a preguntar.
«María Esther Gilio hizo de la entrevista de prensa en el Río de la Plata un género literario. Le dio carácter, lo despojó de la impersonalidad con que los periodistas centraban sus preguntas y descubrió que el entrevistado podía expresar sus mejores virtudes y conflictos si se vulneraba el espejo con la sensibilidad del entrevistador. Ocurrió en los años setenta y cobró notoriedad en la revista Crisis, de Buenos Aires, que entonces dirigía Eduardo Galeano.
Gilio no tenía otra escuela que su audacia, su talento y su curiosidad. Entonces eran habituales los reportajes a los creadores, pero no era habitual que el género incluyera la imaginación. No la de inventar lo que no existía, sino la de asediar la realidad por el arte de preguntar y presentar los problemas. Como el estilo era nuevo en la prensa, algunos resintieron la injerencia de Gilio en sus reportajes, que consideraban excesiva. Poco a poco los lectores comprendieron que sus entrevistas eran retratos, y que el encanto del entrevistado nacía de la destreza de la periodista a la hora de protagonizar una conversación a fondo, con sus obsesiones, sus astucias, sus ocurrencias, la oportunidad de decir algo impensado.»