En la nota Blues y desastre, David García Casado aprovecha la circunstancia de encontrarse a la merced del huracán para reflexionar sobre las diferencias entre autoría e interpretación, y no solo en el plano de la música.
«Atrapados por circunstancias en las que nos sabemos conscientemente traicionados, engañados por la organización interesada del mundo o por la desgracia de las catástrofes naturales, el blues reduce el coeficiente de necesidad a prácticamente cero. Una vida sin miedo a la pérdida o con medios para integrarla en la fábula de nuestra existencia puede ser el arma más poderosa para combatir el desastre.»