Magnífica explicación de Yuri sobre el origen antropológico-histórico de la creencia en el dios que comparten católicos y musulmanes: El origen de Dios.
«Nunca hubo cruce del Mar Rojo, maná lloviendo de los cielos, Tablas de la Ley, Diez Mandamientos, Arca de la Alianza, becerro de oro ni cosa parecida. Es muy posible que ni siquiera hubiese Rey Salomón o Primer Templo de Jerusalén (no con la significación que nos han contado, al menos). Lo que sí hubo fue un conglomerado de pueblos canaanitas en el llamado complejo cultural del Levante, vinculados a Asiria y Mesopotamia por un lado, a Egipto por el otro y a Turquía y las islas griegas por vía marítima. La cultura de los yacimientos israelitas más tempranos es canaanita, sus objetos sagrados son los del panteón canaanita, la cerámica pertenece a la tradición local canaanita y el alfabeto es canaanita temprano. La única diferencia entre los poblados israelitas y el resto de los cananeos es la ausencia de huesos de cerdo, aún no se sabe bien por qué (pero sin duda recuerda a las prohibiciones del judaísmo y el Islam). Más allá de toda duda razonable, uno o una mezcla de estos pueblos canaanitas se encuentran en el origen de los hebreos modernos.»