Curioso este texto de Mercedes Cebrián sobre los veraneos de su infancia, casi un manifiesto antinostálgico, con una distancia que no deja de ser divertida. Listado de eleemntos del veraneo infantil.
«Los bloques de viviendas veraniegos, a modo de oficinas centrales del micromundo estival, eran símbolos edificados del desarrollismo. En ningún caso trataban de imitar o recuperar la arquitectura mediterránea, término que, por lo demás, nadie mencionaba todavía en aquel momento. Se comentaba por ahí lo bonito y blanquísimo de las fachadas de otros pueblos de la provincia como Jávea o Altea, pero en San Juan lo que primaba era el ladrillismo vertical: urbanizaciones semicirculares mastodónticas –la emblemática “Club del Mar” como buque insignia– con reuniones de vecinos imposibles de imaginar. La urbanización llamada “Manzanares”, de construcción más noble, con azulejos en la fachada, pertenecía a una cooperativa de socios del Atlético de Madrid, de ahí su mención al microrrío cercano al estadio de sus hinchas. Y cómo no, la mía, “Intur”, cuyo nombre feo y franquista procedía del acrónimo de “Información y turismo”, ese ministerio que se encargó de vender el Spain is different a precio de saldo.»