Juan Francisco Ferré nos introduce a la figura y la obra del escritor ruso Vladimir Sorokin, que a él le parece uno de los más importantes narradores actuales: Vladimir Sorokin y la sátira menipea.
«Sorokin es un gran provocador y, como tal, escribe siempre sátiras, o incluye una propensión satírica en sus obras. Tanto en La cola (1985), ridiculizando la miserable situación social de la era soviética, como en Manteca de cerdo azul (1999), donde su afán estético de iconoclasta empedernido lo llevó a profanar tabúes y mitos intocables de la historia moderna de su país (incluyendo una guiñolesca escena sexual de sodomía entre los camaradas Stalin y Krushov). La escandalosa novela sublevó en 2002 a un iracundo grupúsculo de jóvenes conservadores instigados por el Kremlin y Sorokin fue sometido entonces a un linchamiento mediático que, irónicamente, lo hizo famoso ipso facto como pornógrafo político. Desde una perspectiva literaria, esta fantasía esperpéntica confirmaba dos de las cualidades más sobresalientes de Sorokin: por una parte, su versatilidad estilística, esto es, su brillante dominio del lenguaje y su tendencia ofensiva a parodiar todos los registros oficiales u oficiosos del poder y sus cámaras y recámaras de ejecución y propaganda; y, por otra, su carnavalesco sentido de la realidad, exhibiendo hasta el ultraje y la profanación una grotesca concepción de la historia, la sociedad y la naturaleza humanas.»