Steven Hill hace un pequeño ejercicio de periodismo-futurismo y trata de elucubrar cómo estará dividido el poder en el mundo dentro de cuarenta años. ¿Cómo será el orden mundial en 2050?.
«Las economías de India y Brasil están en pleno desarrollo y siguen el camino conocido que conduce a la sociedad de clases medias: creación de riqueza gracias al espíritu emprendedor y la industria privada, seguida de acumulación de recursos y de una lenta pero constante redistribución de éstos. Algunos países están recorriendo esta vía más deprisa y con más acierto que otros, algunos han adoptado mejores instituciones, que fomentan tanto la creación de empleo y el espíritu emprendedor como una prosperidad muy repartida de tal forma que, poco a poco, estimulan la macroeconomía e impulsan el consumo, los estabilizadores automáticos y los niveles de vida. En este proceso, la eficacia del gobierno es un ingrediente esencial; en muchos aspectos, la condición indispensable que determina el éxito o el fracaso. Pero este proceso dura decenios y, en realidad, éstos se miden a posteriori, no en el mismo momento.
Por eso, la pregunta respecto a 2050 es: ¿conseguirán estos países promover el modelo de sociedad basada en las clases medias? ¿Y puede el entorno planetario soportar esa explosión que añadirá aproximadamente 5.000 millones de personas a la clase media?»
2011-08-05 20:00
Me hizo gracia eso del «optimismo precavido». Las tendencias a la exclusión (amurallarse) y el autoritarismo también nos pueden llevar a un «pesimismo-más-que-precavido». Cuando me pongo a hacer prospectiva siempre me digo: ojalá me equivoque. En fin.