Hugo Hernández sobre la última —o penúltima— película de superhéroes, de la que destaca algo bastante común a las películas bélicas norteamericanas: la llamada al reclutamiento: El afán propagandístico de Capitán América.
«Rogers encarna, con o sin disfraz estrellado en rojo, azul y blanco, al norteamericano indispensable, el que es congruente con su deber y para ello se enrola en el ejército: para combatir a los malos del mundo unidos contra Estados Unidos. Ahí encuentra la fuerza y el impulso que no tenía antes, y si éstos son el resultado de un experimento, no cambia nada: es casi un requisito de los súper héroes de cómic. El Capitán América se convierte, hoy como en el momento que apareció la historieta (durante la II Guerra Mundial), en un súper héroe oficial, portador y defensor de los valores que, según la propaganda (y el cine), fundaron Estados Unidos, como la libertad y la justicia.»