“Prima de riesgo” es uno de esos conceptos económicos que hemos aprendido a decir en las conversaciones comunes. Daniel Basteiro ofrece Cuatro reflexiones sobre la prima de riesgo.
1.- La reforma del sistema financiero está a medias. Decir que los mercados financieros no funcionan correctamente puede parecer una obviedad, pero nunca su efecto fue más devastador. No supieron prevenir la crisis financiera que estalló con la caída de Lehman Brothers y en su secuela, la crisis de deuda soberana, ponen en el punto de mira a países cuya gestión actual de la crisis en modo alguno explica dudas tan acentuadas. Pasaron de no inmutarse por nada a la histeria. Ambos extremos acaban siendo subsanados gracias a enormes sumas de dinero público.
O se acepta que la especulación totalmente libre (ya sea con hipotecas basura o con deuda pública) es el mejor de los sistemas, o se cambian las reglas de juego y se limita la licencia para matar. Un paso intermedio en los países que se manejan en euros cambien su manera de relacionarse con los especuladores a través de la imposición de límites a los excesos y la integración económica para compartir riesgos y evitar flancos débiles.