Pues pone Germán Machado sobre la mesa un asunto peliagudo y de difícil respuesta: la literatura infantil y juvenil lleva décadas arrodillándose ante lo fácil y lo llamativo, ¿es posible darle la vuelta? Sobre la vigencia de «Perico» y otros yuyos de nuestra geografía literaria.
«No me considero una persona reaccionaria ni retrógrada. No creo que en las vueltas atrás pueda haber algún tipo de progreso. En todo caso, pienso que dadas determinadas situaciones de estancamiento, una buena alternativa siempre es revisar lo hecho y ver hasta dónde nos es posible plantear un nuevo punto de inflexión que equilibre las tensiones anteriores y sirva como apoyo para un nuevo impulso, nuevas apuestas, aperturas. Pienso que en el terreno de la literatura para niños y jóvenes, hoy día, estamos atravesando una situación de ese tipo. Y que mucha gente está preocupada por retomar un equilibrio entre los supuestos opuestos (didactismo vs. diversión, libre elección vs. orientación; sensibilidad vs. irreverencia…), un equilibrio donde la calidad sea el fiel, y el niño lector sea el que finalmente resulte enriquecido.»