Puñetazo en el ojo, una precisa y breve descripción de Fabrizio Ferri-Benedetti de por qué le gustan los edificios insulsos, o al menos uno de ellos.
«A mí, de la Barceloneta, me gusta la sede del Colegio Oficial de Pesadores y Medidores Públicos. Es un edificio feo, bajo, de planta rectangular, rodeado de árboles marcianos que no logro identificar, repletos de gruesas espinas cónicas que tapizan sus troncos hinchados y lisos como boas recién comidas.
Gruesos ventiladores giran con pereza, animados por el mismo ritmo burocrático del Colegio. Imagino a los técnicos, a los más ancianos, sentados delante de escritorios decadentes, belenes hechos de calendarios podridos, viejos informes desdibujados, páginas amarillentas, bandejas atiborradas de formularios enmohecidos.»