Las similitudes, uniones y asperezas entre las películas Pi y Cube, que tienen en las matemáticas su material de amalgama. Un artículo de Vicente Luis Mora: Disciplinados: matemáticas y pureza.

También en “Pi, fe en el caos”, el acceso a la visión de Dios está restringido a los limpios de corazón, papel que en principio corresponde al protagonista de la historia, Max Cohen. Cohen es un matemático judío que tiene acceso a las doscientas dieciséis palabras que forman el nombre verdadero de Jehová (en realidad 216 números), que solamente él es capaz de encontrar. Sería interesante saber si este Cohen de Aronofsky es un homenaje al matemático Paul Cohen, quien probó en 1963 la independencia del sistema de elección axiomática para la teoría de conjuntos, formulada por Gödel en su famoso teorema de la incompletud. Pero volvamos al filme: dentro de esos 216 números están encajonadas las seis primeras cifras del número pi, lo que no es casual: el número pi es, matemáticamente, un número trascendente, llamado así porque sus decimales son infinitos.