Manuel Castells habla de que el asesinato del cantautor Facundo Carbral puede ser una oportunidad para la reacción pacífica ante la violencia que asuela buena parte del mundo: Entre el amor y la violencia.
«Aún podrán matar a muchos pero, poco a poco, la ciudadanía, con su constante presión sobre gobiernos corruptos e ineficaces, con su vigilancia y denuncia, con su condena moral y su desprecio personal irá introduciendo anticuerpos de paz en esa guerra sórdida que se expande por el mundo, no sólo en México o América Central. Superar el miedo se consigue juntándose con otros en torno a la comunidad de sentirnos seres humanos. Y esa comunidad se alimenta de la otra emoción básica de nuestra especie: el amor, el amor que damos y recibimos en todas sus formas, el amor de donde nacen tanto el sentido espiritual de la vida como la alegría de vivir por estar con quienes queremos y nos quieren. La violencia, ya sea la barbarie de los sicarios o la paliza a la pareja en la soledad del hogar, es lo contrario de la convivencia sobre la que se funda la vida.»