Estrella de Diego, sobre la ceguera de quedarnos sólo con los artistas reconocidos y dejar de mirar a otros que nos ayudarían a entender mejor lo contemporáneo: La dama del armiño.
«Les diré que aunque me apasiona por lo morboso que siempre le impregna, personalmente empiezo a estar empachada de tanto Leonardo -no lo confesaré jamás en público, claro. Estoy harta de que su sombra alargada nos impida mirar al resto; harta de esas excepciones positivas del top ten que nos meten por los ojos sin piedad; harta de nuestra historia del arte que nos impone a los “genios”, quienes son siempre los más mediáticos, las imágenes más reproducidas. Aquí radica el secreto y es aplicable a los que dicen que “no entienden el arte actual”: si hubiéramos visto las obras de Joseph Kosuth tantas veces como hemos visto la Gioconda, seguro que no tendríamos problema para relacionarnos cómodos con la producción cumbre del artista conceptual americano, Uno y tres martillos.»