Juan Francisco Ferre hace una reseña muy apasionada —y convincente— de Un momento de descanso de Antonio Orejudo, y de su crítica al sistema educativo desde su raíz. Esperpento en la universidad
«Si yo fuera Ministro de Educación, me tomaría muy en serio este libro de Antonio Orejudo (Un momento de descanso, Tusquets, 2011). Si yo fuera Ministra de Cultura, también. Y es que detrás de todas las carcajadas causadas por esta novela hilarante se esconde un tema muy serio. El tema más serio que puede preocupar a un responsable político de la cultura o la educación en estos tiempos. Como novelista, me gusta mucho que un colega que conoce, como yo, los turbios entresijos de la vida universitaria se haya atrevido a coger el toro de la simulación por los cuernos de la risa para transformar un alegato feroz contra la universidad como centro del saber y el conocimiento en una comedia repleta de burlas y acidez sulfúrea. Si se considera la universidad como cerebro de la sociedad, habría que decir que ese cerebro está tan enfermo como ésta, podrido incluso, antes por la vileza moral del franquismo y los compromisos inconfesables de la transición, ahora por las estrategias políticas y empresariales del capitalismo, la tecnocracia y el espectáculo. De ese modo, Orejudo, como buen neurólogo literario, le ha hecho una tomografía implacable al sistema educativo superior (de la mano de Roth, la magnífica La mancha humana) y a la vida postmoderna (de la mano de DeLillo, la insuperable Ruido de fondo) y el diagnóstico no puede ser peor para desgracia de todos.»