Daniel Castro nos habla de intentar hacer una película y del bueno de Hermógenes de Corinto, ese filósofo (?) que decía que más vale hacer algo regular que la idea de hacer algo bien. Dos ideas antes del verano.
«Como ya he contado en varios posts, me encuentro ahora intentando llevar a cabo una película basada en un guión que escribí. Por lo que llevo visto, hacer una película es encadenar una sucesión de renuncias. Es imposible tener a ese actor, ese movimiento de cámara es complicado, se debería de hacer con una maquinaria carísima y se llevaría, sólo él, casi un día de rodaje. La casa en la que querías rodar acaba de ser demolida, aquella maravillosa maquilladora se ha puesto enferma y sólo está disponible su hermana, la daltónica. Los planes iniciales quedan convertidos en una caricatura de lo que fueron. Y esa caricatura es lo que estás rodando.
Así que, por mera supervivencia, para justificar lo que estoy haciendo, para dar sentido a los meses que he dedicado a esta pequeña producción, he abrazado las ideas de Hermógenes de Corinto. Así, sostengo que una película acabada será superior a una película sin acabar. Una película rodada será superior a un guión sin producir, por estupendo que este sea. Un guión acabado será superior a un estupendo tratamiento. Un tratamiento será superior a una sinopsis. Y ésta será superior a un pitch, por prometedor que sea.»