Contra las patrias y los patriotismos, pues la única diferencia entre lenguas es la que diferencia el dialecto del poder y el del pueblo. Lo dice Agustín García Calvo en Patrias.
«Llamo al sentido común de los que no sólo lean, sino que oigan. La diferencia entre lenguas que de verdad importa no es la división de idiomas que las organizaciones, unificaciones y divisiones de las tribus o estados hayan dibujado con raya rígida en el mapa: es que en cualquier idioma del mundo histórico, el de la escritura y la cultura, hay y sigue habiendo una división, fluctuante, pero clara, entre capas: la capa superior, que, venida de la autoridad, las letras, la escuela, el lenguaje de la Administración, militar, comercial o gubernamental, se le impone a la gente por la fuerza, por la necesidad de tener un puesto o ganarse el pan de mañana, y la capa inferior o subconsciente de la lengua de verdad, la que se habla entre la gente, y que lo hace así de bien gracias a que nadie se lo manda ni el propio hablante tiene conciencia de que la sabe.»