La situación en Venezuela parece rozar límites difícilmente sostenibles por más tiempo. Y el problema es que da la sensación de que cualquier solución que se adopte será problemática y arrastrará la sombra de los acontecimientos que se están sucediendo. Víctor M. Mijares,
La violencia por el poder en Venezuela: “El Estado venezolano se encuentra en una posición tal de debilidad institucional y física que el advenimiento de otra guerra civil podría arrojarnos, mutatis mutandi, a una situación de atomización del poder, en la cual cada actor con disponibilidad de fuerzas (alcaldes, gobernadores, facciones militares o individuos con capacidad para mantener fuerzas mercenarias) se cobije con la legitimidad de su uso.”