En El arte de condenar, Juan Villoro repasa la vida y el pensamiento del escritor y periodista Karl Kraus, un personaje muy peculiar de la belle epoque vienesa y de la posterior decadencia de esa sociedad donde se acunó lo mejor y lo peor de la modernidad europea.
«Kraus es ajeno a un sistema pero no a un método de pensamiento. “Enraizándome en lo que odio / me crezco sobre estos tiempos”, escribió. ¿Qué tan apartado estaba de su época? Benjamin señala que la sátira es siempre una expresión regional. Se necesita un referente preciso para comprenderla. Kraus estuvo más cerca de su tiempo de lo que pretendía. Por eso Brecht pudo decir de él: “Cuando la época alzó una mano contra sí misma, esa mano era la suya”.»