El Listo cuenta su experiencia como viñetista gratuito para el diario 20 Minutos. Exactamente eso, y nada más: su experiencia allí. El año que trabajé para 20 minutos.
«Sin embargo, fue empezar a colaborar con 20 minutos y los más antisistema de entre los lectores habituales ya me acusaban de haberme vendido al Gran Capital.
Se ve que más de uno consideraba al Listo como un icono underground o contracultural o algo así, y el hecho de publicar en un medio importante les parecía una traición.
Menuda confusión más tonta. Les tuve que explicar que no, que el Listo no se vende. El Listo se regala. Precisamente como el 20 minutos, que llegó autoproclamándose “el primer diario que no se vende” y resultó que se refería a que lo daban gratis en metro.
Tras confesar que trabajaba gratis, los más preocupados por mi integridad artística dejaron de considerarme un vendido (hubo uno que incluso me dio una palmadita cordial en la nuca diciendo algo así como “Un gran negociante tampoco eres, ¿eh?”).»