Mohamed Sasi escribe Para entender lo que está pasando con Rashid Nini, el director del periódico más leído de Marruecos recientemente encarcelado.
«En los últimos tiempos las columnas de Rashid Nini se habían dirigido a abrir expedientes y ofrecer resultados hipotéticos de estudios de campo, lo que se suele hacer en prensa a través de otras puertas pero no a través de columnas diarias. Las columnas aparecían llenas de datos, de sucesos y de informes detallados tras los que supuestamente había un grupo de periodistas trabajando, un grupo de profesionales especializados, que hacían labor de campo y que se dedicaban a explorar un tema o determinados asuntos.
Nini nunca se ha presentado como un opositor, y siempre ha dicho que no quiere avanzar hacia las elecciones, entrar en el Parlamento o pertenecer a un partido político; en repetidas ocasiones ha declarado que no está vinculado a ningún frente político y que no está al servicio de la agenda política de un partido.
Hoy le tenemos ahí, entre rejas. No cabe duda de que quienes decidieron detenerlo en esta coyuntura precisamente saben que arriesgarse a ello en este momento es un riesgo y tiene repercusiones de peso, porque la coyuntura «es inadecuada» y el proceso tendrá un coste en lo que se refiere al prestigio del país, y además provocará que la gente dude de las intenciones de las reformas.»