Si quieres ser periodista, si lo estás siendo o si simplemente estás en algún lado de la cadena, incluido el receptor, lee este artículo de Ramón Lobo, Periodismo real frente a periodismo irreal.
«El curso terminado lo ha vivido entre Misuri y Londres. En EEUU hizo prácticas en un periódico local donde le enseñaron la esencia del oficio: el arte de comprobar cada dato, cada afirmación. Detrás, un equipo de correctores llamaba a los citados para asegurarse de que había hablado con ellos y que las declaraciones escritas por el periodista se correspondían a lo dicho. Una tarde le telefonearon para informarle de que su historia, que abría el diario, no iba a salir porque a un tipo lo nombraba de dos formas diferentes. Tuvo que confirmar cuál era la correcta.»