¿Cuántos de ustedes no han pensado “este guión que tengo en un cajón en Hollywood me lo quitarían de las manos”? Bueno, ejem, yo sí, y aquí está Sergio Barrejón explicando lo difícil que puede ser conseguir algo así. Vender guiones en el extranjero.
«Resultado: pues más caras de interés de las que me esperaba. Entre ellas, algunas de productores que luego me pidieron leer el guión. Y alguna anécdota curiosa: en una masterclass no exactamente relacionada con el mundo del guión, el ponente nos sugirió un ejercicio consistente en contarle a la persona que teníamos al lado una historia autobiográfica, cuanto más dramática mejor. Me giré, vi a mi lado a una señora de unos 60 años (lo que me llamó la atención, dado que la media de edad de los asistentes no llegaría a los 30) y decidí contarle algo mucho mejor que mi vida: la sinopsis de mi guión. A continuación, le tocó el turno a ella. Era norteamericana y me contó una interesante anécdota sobre sus estudios en España, durante el franquismo. En un momento dado, se refirió a su padre. Mencionó que era director de cine. Le pregunté el nombre, y me dijo: “mi padre se llamaba William Wyler”.»