Un año hace ya que se emitió el último capítulo de Lost, y los ecos de la serie no han llegado nunca a apagarse. Lo comenta Mr. MacGuffin. Nunca salimos de la isla.
«Y el caso es que semejante controversia es, probablemente, lo que habla bien a las claras del legado de la serie y del apasionamiento con el que la seguían sus espectadores, ya fuera para alabarla o para criticarla. Cualquier serie nueva con un mínimo componente de misterio y serialización es comparada enseguida con “Perdidos”, y en cuanto en alguna veterana aparecen elementos, aunque sean mínimos, de viajes temporales, la comparación ya hasta deja de ser divertida. Tras su fin, no ha habido otro título que capture del mismo modo la atención de los fans ni que encienda Internet con discusiones de los fotogramas de los episodios, aunque sí hay algunos siguiendo su senda en ese aspecto, y hasta para algunos espectadores parece que, antes de “Perdidos”, la ficción televisiva no existía. Es innegable que su mayor influencia está en el modo en el que se ven y se disfrutan las series actualmente, y para saber si se extenderá a más ámbitos, aún hay que esperar un poco más para averiguarlo.»