Alucinen un poco con las peripecias de un emigrante para poder ejercer su derecho al voto: Bernardo, Soy un abstencionista forzoso.
«Los funcionarios del Consulado han sido muy simpáticos y comprensivos. Hasta me recibió la cónsul adjunta. “Estamos desbordados”, me dijo. Faltan funcionarios, con la parados que estarían encantados de venirse a Brasil. Uno de los trabajadores me ha confesado que el INE es un caos. Que siempre hay problemas. Dejé una queja por escrito. Apenas cito la última frase: “En un mundo digital, en un país con DNI digital, es inconcebible que el proceso electoral siga un ritmo tan medieval y burocrático”. Bastaría con crear un sistema de democracia digital. Un ciudadano, un voto. Un click. Un voto. O tener a disposición urnas digitales, como las que usa Brasil desde hace años. ¿Cuánto dinero se gasta el Gobierno en enviar papeletas a los 1.702.778 españoles que viven fuera?»