Álvaro Llorca nos cuenta como en el mundo del fútbol actualmente el descenso de categoría de un club puede significar, en muchas ocasiones, el peligro de bancarrota y de desaparición. El descenso más costoso.
«La pérdida de los ingresos televisivos resulta especialmente dramática si tenemos en cuenta la debilidad que genera a la hora de afrontar los desorbitados sueldos que se pagan en Primera División. “El coste del factor trabajo se acerca en ciertos casos a cotas próximas al 90% de los montantes de facturación de las mejores Ligas europeas”, escribe en un estudio José María Gay de Liébana, profesor de economía financiera y contabilidad en la Universidad de Barcelona. “Este desequilibrio entre el coste laboral efectivo y los ingresos es impensable en cualquier otra empresa”, nos cuenta el profesor. “La guerra desaforada por conseguir a los mejores jugadores provoca que en ningún club los salarios se encuentren condicionados a la permanencia, de modo que un descenso a Segunda División implica la necesidad de desmantelar el equipo y vender jugadores a precios muy baratos”, añade.»