Reflexiones de Joaquín Rodríguez en torno a la cuestión de si la lectura digital nos empobrece o afecta de algún modo a nuestro cerebro (reflexiones que, aunque lógicas, ¿no parecen un poco prematuras?), ¿Le gustan al cerebro los libros electrónicos?.
«La cuestión no es tanto que nuestro cerebro dude del valor de los libros electrónicos o de su cuestionable estética de máquina de coser, como que resulta sencillamente imposible acelerar el proceso de decodificación y comprensión profunda de un texto, incomodado e interrumpido, las más de las veces, por la proliferación de estímulos en una pantalla en forma de contenidos audiovisuales o de enlaces a otros fragmentos de narrativa. Se invoca a menudo el valor de la comunicación y la relación instantánea como irrefutable, como un signo de nuestra época, como un rasgo constituyente de la personalidad de nuestros jóvenes pero, siendo eso cierto, ¿no cabe reclamar la vigencia de la tercera de las vidas de Aristóteles?»