Quizás es un poco demasiado especializado el texto de Vicente Luis Mora Góngora: del zapping al overlapping, pero creo que merece el esfuerzo de desentrañar algunas oscuridades filológicas para quedarse con la lectura que hace de la modernidad gongorina.
«Es un parcial anacronismo hablar en Góngora de modernidad, pero podemos hacerlo si acotamos el terreno de referencia y ponemos las cautelas debidas, como lo hace Antonio Rey: “En fin, no creo que sea necesario poner más ejemplos para comprobar la extraordinaria semejanza de concepción literaria que hay entre Góngora y Cervantes por lo que a la multirreferencialidad se refiere y, en consecuencia, para ver cómo dicha afinidad literaria colabora en la fijación de la poética barroca española que abre camino a la modernidad estética, dado que tal poética polifónica acabó por formar parte de la estética neobarroca del siglo XX que reivindicaron escritores como Borges, Lezama Lima o Sarduy”. En ese sentido, Góngora puede ser “absolutamente moderno”, en términos rimbaudianos, y a mi juicio su modernidad proviene no sólo de esa polifonía multirreferencial, sino también del modo en que ciertos modos de abordar el sujeto conectan con ciertos modos de mirar a través del poema.»