Vaya, resulta que los dientes además de fuente de algunos de los dolores más horribles pueden ser un factor muy importante como pruebas policiales. Raúl Alzogaray algunos de los casos más sonados de la odontología forense y explica las peculiaridades de nuestras dentaduras: Diente por diente.
«Los rasgos poco comunes facilitan la identificación. En agosto de 1967, en el cementerio de Biggar, un pueblito escocés próximo a Edimburgo, se descubrió el cuerpo golpeado y estrangulado de Linda Peacock, una estudiante de 15 años que la noche anterior no había regresado a su casa. Warren Harvey, el odontólogo local, determinó que las marcas en el pecho derecho de Linda correspondían a una mordedura humana. Harvey le dijo a la policía que debían buscar una persona con un diente roto. Tras examinar los dientes de más de 3 mil hombres del pueblo, el principal sospechoso fue Gordon Hay, un ladrón de 17 años internado en el reformatorio local.
Al analizar la dentadura de Hay, Harvey descubrió que, además del diente roto, el joven tenía unas muescas causadas por una rara enfermedad que disminuye la mineralización de los dientes.»