Por un lenguaje claro y sencillo en la administración; esa sería la tesis que persigue Antonio Galindo Galindo en Lenguaje ciudadano. ¿Es que los ciudadanos hablan otro idioma?, que busca aplicar al menos a la administración electrónico principios de movimientos de «lenguaje ciudadano». [Ref.: Reflexiones e irreflexiones]
«No es escribir para que todas las personas lo entiendan, sino hacerlo para que nos entiendan las personas a las que nos dirigimos. Un lenguaje claro y simple no significa que sea menos riguroso, inequívoco, veraz y legal.
La identidad que se ha construido la Administración Pública a lo largo de los años a través del uso de la burocracia, y sobre todo del lenguaje administrativo, complejo y oscuro, se corresponde con la imagen de una administración alejada del ciudadano.
Por lo tanto hay que plantear hacerlo de otra manera. Renovar la documentación para hacerla más simple y clara. Evidentemente sin perder el rigor legal.»