Juan Francisco Ferré escribe lo que casi deriva en un ensayo sobre el remake aplicado a la literatura en su reseña de El hacedor de Borges (Remake) de Agustín Fernández Mallo. Remake.
«En la cultura occidental, la tradición es el plagio. Copias de copias, epígonos de epígonos, búsquedas inútiles del original perdido, reclamaciones de autenticidad más o menos verificables. El remake es al arte lo que el plagio a la tradición. Una respuesta estética al desafío aplastante de los museos, las bibliotecas y las filmotecas. En un contexto, por tanto, donde la propiedad intelectual y los derechos de autor se están transformando en pura paranoia opresiva, como secuela de la implantación de un mercado autoritario, aparece un libro como éste (El hacedor de Borges (Remake), Alfaguara, 2011), donde Agustín Fernández Mallo se atreve a reescribir en su integridad un famoso libro de Borges para recordarnos cómo las estratagemas del plagio, la imitación, la réplica y la apropiación han formado parte de la creatividad artística y literaria desde siempre.
Por otra parte, la recreación de motivos ajenos también ha tenido siempre la función de reabrir, como decía Barthes, el proceso de la literatura y, por si fuera poco, renovar la lectura de los clásicos y los modernos, cuestionando su clasificación excluyente. »