Jaime Rubio nos cuenta sus andanzas de adivino. No le fue bien. No le irá bien; que lo niegue si puede. En ocasiones veo el futuro.
«Esta exagerada honradez no era del todo apreciada por mis clientes, a los que solía recibir con un:
—VAS A MORIR.
Esta frase era acogida con infartos varios y preguntas acaloradas, a lo que respondía con un:
—Lo que no sé es cuándo. Pero niégalo, si tienes valor.
Me gustaba empezar fuerte, aunque eso supusiera que mis posteriores predicciones iban a resultar algo grises y anodinas.
—¡Seguirás respirando durante los próximos minutos!
—¡En verano pasarás calores! ¡Y en invierno, fríos! ¡Tiritarás!
—¡Tendrás hijos en caso de que te reproduzcas!
—¡Si no comes, te va a entrar hambre!
—¡Vas a morir!
—¡Veo una GRIPEEEEEEE!»