Perogrullo es breve, conciso y directo: innumerables veces la alarma social se dispara simplemente porque mediáticamente se usa un lenguaje apocalíptico para algo que puede ser de lo más común. El alarmismo y el lenguaje
«Si le doy dos opciones de menú, ¿qué preferiría comer? Por un lado tenemos un tierno y jugoso solomillo de ternera poco hecho. Por el otro un segmento de tejido muscular arrancado de la espalda de una cría de vacuno aún chorreando sangre. No suenan igual, pero son lo mismo. Como sabemos bien los periodistas el lenguaje con el que se describen las cosas modifica sustancialmente el impacto emocional de lo descrito. La misma realidad puede percibirse de formas muy diferentes según las palabras que se utilicen, incluso expresando la misma verdad.»