Me pasó desapercibido en su momento este artículo de Antoni Gutiérrez Rubí, Del storytelling al microblogging, centrado en Twitter y su capacidad para recuperar y popularizar géneros perdidos u olvidados como la sentencia o el microrrelato.
«EL PENSAMIENTO BREVE ha sido devaluado y despreciado, durante mucho tiempo, por la hegemonía académica y socioeconómica. Una mezcla de soberbia intelectual que disfrazaba una concepción jerárquica, patrimonial y acumulativa del saber y del poder ha ninguneado lo breve. Pero la fragmentación social, la democratización del saber2, (incluyendo, también, la superficialidad y volatilidad del pensamiento en la sociedad líquida), y la fascinación y necesidad de lo básico y nuclear en un mundo complejo, ha recuperado, reivindicado –y redescubierto- una amplia gama de recursos filosóficos, de pensamientos de extraordinaria pureza y esencia. Hay una mirada, nueva, hacia lo fundamental, lo profundo.
La fuerza de los aforismos históricos, principios morales, éticos o filosóficos protagonizados por los antiguos pensadores y otros protagonistas de la literatura, las artes y las ciencias humanas han demostrado su radicalidad y su vitalidad para resistir y aflorar, con permanente vigorosidad y actualidad, en la sociedad masificada y cacofónica de nuestros días. Volvemos a los clásicos, sí. »