José Miguel Mulet recuerda la figura de Sohn kee-chung, atleta coreano de los años 30 que llegó a batir el record mundial de maratón y que se convirtió en una figura reivindicativa de la independencia de Corea frente a Japón. Sohn kee-chung: el Jesse Owens coreano.
«En 1905 Corea fue convertida en protectorado de Japón, situación que duró hasta el final de la segunda guerra mundial. Cualquier manifestación contra esta ocupación era reprimida brutalmente por las fuerzas japonesas. En el año 1914 en las cercanías de Pyongan, actual Corea del Norte nació Sohn Kee-Chung. Pronto empezó a despuntar como un atleta sobresaliente, sobre todo en maratón. Entre 1933 y 1936 ganó 10 de los 13 en los que participó, incluyendo un record mundial (según los exíguos registros de la época) en Tokyo en el año 1935. Obviamente se ganó a pulso su participación en las olimpiadas de Berlín.
No obstante, al ser Corea un protectorado no podía enviar delegación olímpica propia. Compitió bajo bandera japonesa y con el nombre de Kitei Son, versión de su nombre en japonés. Quedó primero en el Maratón y su compañero de equipo, el también coreano Nam Sung-Yong tercero. En un gesto similar al de Carlos y Smith 32 años después recibieron la medalla con la cabeza gacha y sin mirar a la bandera en señal de protesta.»