Valoro mucho los elogios de los descreídos, así que por eso me gustó mucho esta loa a Steve Jobs de Ramón Lobo. El de Apple acaba de presentar el iPad 2 y Lobo admira su tremendo talento: Quédate siempre Steve Jobs.
“Conozco los mil y un argumentos de los críticos de Apple. Cerca de mi se sienta uno de ellos iPad en mano. Me gusta Steve Jobs porque parece que sabe dirigir un equipo, llevarlo a la máxima exigencia y obtener el mejor resultado. No es lo habitual. Lo frecuente es exceso de exigencia desordenada de gente insegura y cabreada y un pésimo resultado. Me gusta porque él, o sus técnicos, inventan, innovan, crean; los demás, copian, imitan, sufren. De mis imitadores serán mis defectos, dice el chascarrillo. Me gusta Jobs porque es diferente y brillante en un planeta gobernado por una masa amorfa de grises y apagados.”