Bufalo Bill estuvo en Barcelona. Llegó con un espectáculo cirquense en el que se reproducían escenas del salvaje oeste más tópico. Cuenta lo acontecido Javier Jiménez en Cuando el Salvaje Oeste se instaló en el Paseo de Gracia.
«En la época previa a la invención del cinematógrafo y, por tanto, del genero cowboyeril –recordemos que el catalogado como primer western es The Great Train Robbery (Asalto y robo de un tren, 1903), producido por Edison y dirigido por Edwin S. Porter– ver a los indios cabalgando a pelo sobre sus mustangs, ejecutando toda clase de acrobacias, al tiempo que disparaban y aullaban debía ser un exhibición francamente inusitada. Se trataba de un centenar de indígenas norteamericanos de diversas tribus. Entre ellos, una treintena de arapahoes con su jefe “Black Heart” a la cabeza. También había un hechicero de la tribu de los sioux y un grupo de indios Cheyenne capitaneados por el jefe “Eagle Horn”.»