Mantengo una relación muy distante con Facebook y tengo lo que seguramente, no lo sé todavía, son prejuicios que me llevan a ver todo lo relacionado con la red social desde el distanciamiento. Por si a alguien le sirve, dejo aquí una entrevista con David Kirkpatrick, autor de libro El efecto Facebook: Facebook ha creado una conciencia global sobre asuntos que antes se consideraban locales o privados.
«¿No cree que para disfrutar con plenitud de Facebook hay que renunciar a ciertas cuotas de ese pudor?
Depende de cada uno fijar el umbral de pudor al que está dispuesto a renunciar. No creo que se deba perder el sentido común sobre lo que uno quiere y lo que no quiere que se sepa públicamente de él. Pero en general creo que sí. Gran parte del secreto de disfrutar de Facebook reside en ser un poco más abiertos y no temer revelar cosas de nosotros que en el fondo no son tan importantes.
Usted describe en el libro al fundador y CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, como una persona muy obsesionada con la transparencia como sistema de gobierno de Facebook. ¿Sigue los principios de la ética hacker basados en la transparencia, meritocracia y libre conocimiento?
Los sigue, al cien por cien. Hace años que conozco a Mark, él me animó a escribir este libro y siempre me ha hablado con claridad sobre todas las cosas, incluso con una franqueza a veces brutal, porque él, aunque cree en la intimidad como un valor irrenunciable, también defiende que la transparencia nos hace mucho mejores y más creíbles. Mark se considera a sí mismo un hacker y, para él, Facebook es una empresa de hackers. El “hackeo” del programa por parte de los usuarios está en la base de su crecimiento. Él piensa: “Deja que se metan en las tripas de Facebook y lo cambien a su antojo. Si con ello mejoran la plataforma, hacen lo correcto”.»