Vamos a recomendar un texto que habla de Justin Bieber. Es lo que hay. Las quejas, a Noel Ceballos, a nosotros que nos registren. El amor, los niños de África, todo eso y su vida.
«Es interesante darse cuenta de cómo críticos tan prestigiosos como Mike Hale (del New York Times) han sucumbido a la misma práctica que cientos de blogueros llevan años manteniendo: el tiro al blanco contra el adolescente prodigioso. La presión es tal que la entrada de Bieber en Wikipedia incluye una sección dedicada a la estrella como objetivo de críticas, bromas y parodias. Allí se cita un artículo del Daily Telegraph que parece contener la clave de Justin-como-meme: “Su persona pública (…) parece tocar una tecla particularmente ácida en sus críticos en Internet, con muchas observaciones sobre su apariencia juvenil, sus canciones de teen pop, su imagen como rompecorazones de chicas pre-adolescentes y su forma de hablar”. En otras palabras: Justin Bieber es un ídolo del pop más bien anacrónico, una icono adolescente que contiene todas las claves que lograban enamorar al público y a las emisoras de radio en la década de los cincuenta, durante aquellos días ingenuos en los que el peinado de uno corría peligro de covertirse en imagen de stock para un generador de memes internáuticos y tu vida sentimental no era susceptible de ser viviseccionada en menos de 140 caracteres.»