¿Qué hace José Bono, presidente del Congreso español, visitando al dictador guineano Obiang? Pues por lo menos meter la pata hasta el fondo. Ramón Lobo comenta el asunto y explica con claridad quién es Teodoro Obiang Nguema: Ten cuidado con los dictadores, José Bono, los carga el diablo.
«La fuente próxima a la oposición ecuatoguineana añade: “El viaje de Bono es incomprensible. Lo único que podemos esperar es alguna salida del protocolo, que haga una encendida defensa de los derechos humanos delante del dictador o algo parecido”.
España ha intentado todas las vías con Obiang. La presión permitió la celebración de unas elecciones municipales en 1995. Las perdió Obiang. El régimen bloqueó el escrutinio y tras una negociación con Madrid se apañó un resultado que daba un mínimo espacio a la oposición en un tercio de las circunscripciones. España no cumplió sus promesas de ayuda a la oposición y Obiang nunca más permitió elecciones limpias.
Tampoco funcionaron las componendas, el mirar hacia otro lado. El petróleo es un excelente camuflador. Le sirivó de escondite a Sadam Husein durante muchos años. Le sirve a Arabia Saudí y otros países del golfo Pérsico. Guinea Ecuatorial cuenta con otra ventaja: es pequeño, invisible. No aparece en el mapa de las grandes decisiones planetarias.»