Se publicó ayer en el periódico egipcio Al Masriyún este artículo de Gamal Sultán sobre la importancia de las protestas callejeras y la necesidad de oírlas de Mubarak: ¿Ha leído el mensaje de la calle, señor presidente egipcio?.
«Las manifestaciones de ayer de lo egipcios, a la tunecina, no llevaban ninguna carga política o ideológica. Todas se movilizaron bajo la bandera de Egipto para decir que todo el mundo sufre lo mismo y tiene las mismas demandas y anhelos de reforma. Hay que destacar, como ya ocurriera en la revuelta tunecina, que la presencia de los movimientos islamistas fue insignificante, tal vez inexistente, lo que incluye a los Hermanos Musulmanes que anunciaron que no participarían en las manifestaciones. Por esta razón resulta pobre y absurdo el comunicado emitido por el Ministerio del Interior en el que culpabiliza a los Hermanos Musulmanes de la organización de las manifestaciones; es el típico mensaje de siempre de los regímenes del tercer mundo para el consumo externo: quieren decir a sus aliados estadounidenses que están preocupadísimos por la situación en Egipto, que ése no es el pueblo egipcio sino algunos extremistas de los Hermanos Musulmanes Pero no creo que este mensaje engañoso se lo crea nadie ni en el interior ni en el exterior.»