La ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, viene de dar un discurso sobre las descargas de internet y la piratería que produce vergüenza ajena, uno no sabe si por desinformación o manipulación. El caso es que Ricardo Galli le recuerda algunas de las incongruencias históricas que argumento la ministra: Las fantasías históricas de la ministra-cineasta Sinde.
«Sí, es verdad que Mark Twain usó el término “pirata”. Además Twain hizo lobby público para que se logre una extensión al copyright. Pero se le olvida, o no se enteró, de contar toda la verdad o de preguntarse por qué Twain no es el héroe de los radicales del copyright a los que representa la Ministra (que seguramente ya le darán un toque después de que lean apasionadamente este apunte).
Simple. Twain acusaba de piratas a los editores (otro y otro), y a las leyes de copyright del gobierno que no servían al interés público, sólo al de los editores que acusaba de robo: que podían aprovecharse gratuitamente de trabajos en dominio público para competir contra los autores en activo.
En el contexto de Twain se entiende perfectamente. La única forma de llegar a los lectores era a través de los editores, no había Internet ni intercambio de ficheros. Esos editores seguían controlando el canal y sacando beneficio económico, además forzando a la baja el precio por las nuevas obras.»