Sobre los conceptos de individuo, identidad y sociedad, y el equívoco que supone pensar que la individualidad consiste en la diferencia: José Luis Pardo, Elogio del individuo.
«Empecemos por la idea de lo individual,cuya principal perversión consiste en que hemos llegado a pensar que para ser un individuo hay que ser específicamente diferente de todos los demás, cuando es exactamente al contrario. La confusión que subyace a esta incongruencia es la de la individualidad con la identidad.La identidad de un individuo es, en efecto, un rasgo diferencial; pero no es uno determinado ni una colección de ellos: como habría dicho Nietzsche, “no hay hechos diferenciales, sino interpretaciones diferenciales (o identitarias) de los hechos”; y, como prueba toda la evidencia antropológica disponible, el rasgo diferencial que una comunidad elige para representar su identidad es precisamente aquel que garantiza la contraposición antagónica con la comunidad rival de referencia para su autoafirmación (árabes frente a israelíes, proletarios frente a burgueses, etcétera) y, por tanto, no es en absoluto un rasgo individual sino colectivo.»