Pues vamos a contribuir a que la crispación general gane en contundencia y variedad: aprendan con Iñaki unos cuantos insultos que, aunque pasados de moda, se volverán útiles de nuevo si los utiliza con vehemencia: Insultando con Elegancia.
«Y ahora le toca el turno a los chicos. Destierren el aburrido Cabrón y en su lugar atrévanse con alguno de estos ejemplos que les pongo.
Verriondo: Hombre cachondo, siempre excitado sexualmente, que no sabe poner freno a su apetito. Cabrón.
Malsín: Chismoso y mal intencionado, que intenta perder a otros con tal de ganar él con ello. Cabrón.
Pichiruche: Persona insignificante y de la que se habla con menosprecio. Cabrón»
2011-01-14 11:21
¿Crispación? ¿Qué crispación? Si miro por la ventana, o salgo a la calle o en la tasca la gente en general (aun aguantando las ganas de fumar) está bastante tranquila e incluso diría que es bastante amable :-)
De todas formas si usas esos palabros no les insultas, porque la mayoría no te entienden. El objetivo del insulto es que la otra persona se sienta menospreciada o causar un daño moral usando la palabra.