«El dinero que la comunidad internacional inyecta en Somalia mantiene vivo el conflicto en el país. Los fondos que deberían destinarse a mejorar la situación, solo sirven para subvencionar a un Gobierno corrupto y financiar indirectamente a los rebeldes.» Esta es la sugerente entradilla del artículo de José Miguel Calatayud Fallar al estado más fallido del mundo.
«La Unión Europea es el mayor donante de dinero para Somalia, con un presupuesto estimado en 415 millones de euros entre 2002 y 2013. Esto sin contar con la ayuda humanitaria y de emergencia.
Dada la precaria situación de la seguridad en la región, todo el trabajo se hace desde Nairobi (Kenia). Desde la delegación de la Comisión Europea, que también está ubicada allí y se ocupa de Somalia, explican que alrededor del 40 % del dinero se invierte a través de las agencias de la ONU y el resto se les da a las ONGs internacionales. No obstante, éstas sólo trabajan en terreno somalí mediante socios locales, ya que por motivos de seguridad su personal no puede establecerse en el país.
En estas circunstancias, saber dónde va a parar el capital es difícil. “Tenemos que ser creativos con la rendición de cuentas”, reconoce de forma anónima un miembro de la delegación, “pero simplemente no tenemos dinero ni recursos para averiguar en qué se lo están gastando”.
De hecho, Al Shabab impone diferentes impuestos en las áreas bajo su control y extorsiona a las organizaciones que trabajan en el terreno, por lo que podría ocurrir que el fondo europeo esté financiando indirectamente a los rebeldes.»