American Curios, artículo de David Brooks en el que ahonda en la relación de la política y la religión en Estados Unidos, de una cercanía que aquí nos resulta difícil de entender.
«Al iniciar sus labores el nuevo Congreso este mes, no pocos de sus líderes sostendrán que son guiados por la verdad sagrada. Por ejemplo, el representante John Shimkus que será uno de los encargados de asuntos ambientales, descartó la existencia del cambio climático citando el Génesis 8:22 que afirma que el mundo continuará como ahora, y subrayó: creo que esa es la palabra infalible de Dios, y así será para Su creación. No es el único, y ahora nuevas filas de representantes ultraconservadores que han expresado su escepticismo sobre el cambio climático (incluyendo al nuevo líder de la mayoría republicana John Boehner) asumirán el poder, y no pocos de ellos citarán la palabra de Dios contra las evidencias científicas cada vez más alarmantes.
Claro, no es sólo la voluntad divina la que nutre este movimiento probíblico y antiambientalista. Siempre ayuda un poco de asistencia material, como fondos ofrecidos a varios de los recién electos legisladores, sobre todo los vinculados con el Tea Party, por la organización Americanos por la Prosperidad financiado por Koch Industries y otras empresas energéticas que han hecho todo lo posible para cuestionar el cambio climático y por supuesto la responsabilidad del sector energético en eso.»