Sostiene Manuel Manrique que el ofrecimiento del gobierno español de una base española para albergar el comando de EE UU para África es un error político que no servirá «como moneda de cambio para lograr un mayor acercamiento con Washington.» Apostar con fichas ajenas.
«as preocupaciones estratégicas españolas respecto al norte de África deben resolverse mediante el diálogo y la interacción junto a los países africanos afectados por AQMI. Excluir a Estados Unidos de estos asuntos es obviamente imposible, pero la cooperación con Washington debería centrarse en establecer canales para compartir información, así como en la participación en misiones como Flintlock 10, algo que España ya hace. No obstante, si lo que busca Madrid es sobre todo un acercamiento diplomático a EE UU, el modo de conseguirlo parece estar claro: ofrecer un mayor compromiso a la Administración Obama en Afganistán, la principal prioridad estadounidense.»