Enrique Meneses da una lección a cualquiera que quiera ser periodista al contar cómo se forjó y cuáles son sus principios o reglas de vida: Autorretrato de un optimista.
«Cuando la gente joven se cree que he ejercido el periodismo durante 63 años, piensa que he tenido una suerte que hoy en día no se les puede presentar a ellos. Están en el error. La suerte hay que ir a buscarla. Ni yo ni los periodistas de mi generación hemos tenido una continuidad absoluta en el ejercicio de nuestra profesión. Pero ¿hay alguna profesión que se desarrolle como una partitura de Mozart? Todos –y me refiero a grandes nombres de esta profesión, en España y en el extranjero– hemos tenido importantes y numerosos baches para mantenernos a flote en un mar que no siempre está en calma. No daré nombres pero conozco colegas laureados que han sobrevivido en algunas etapas de sus vidas dando clases, siendo camareros, escribiendo discursos para empresarios o alcaldes medio analfabetos, han sido guías de turismo, “negros” de conocidos escritores, han fotografiado bodas, bautizos y primeras comuniones (lo que llamamos “trabajar para la BBC”), han realizado catálogos para tiendas de lencería.»