Sobre experimentos científicos y Karl Scheele, un sueco que ideó el modo de obtener fósforo sin depender de la orina, porque sí, se hacía con pis: El fósforo , la orina, gatos y otros elementos, de Manuel.
«Así que la cosa del fósforo y la orina se quedó ahí en suspense hasta que unos 50 años más tarde más tarde, sobre 1750 un sueco llamado Karl Scheele ideó la forma de obtener cantidades industriales de fósforo sin la porquería y el olor de la orina en su fabricación. Según parece, por esta maestría en la fabricación del fósforo los suecos se hicieron afamados fabricantes de cerillas, antes de la llegada de IKEA, por supuesto, la otra gran “contribución” sueca a la sociedad del bienestar. Y mención especial merece también este personaje, Scheele. La historia (de la ciencia) ha sido algo injusta con él. Dicen que fue a la vez un tipo extraordinario y desafortunado. Extraordinario porque con sus investigaciones y casi sin instrumental avanzado, logró descubrir ocho elementos que os resultarán conocidos: cloro, flúor, manganeso, bario, tungsteno, molibdeno, nitrógeno y oxígeno. Y aunque parezca mentira, no fue honrado por ninguno de ellos. Y de ahí su desgracia: sus descubrimientos fueron o bien pasados por alto o publicados a destiempo, cuando ya se habían descubierto por otra parte. Descubrió también otros compuestos de uso frecuente hoy día como el amoniaco o la glicerina y fue el primero en darse cuenta del poder blanqueador del cloro (los populares folios de papel hasta hace poco se fabricaban con pasta celulósica blanqueada con cloro).»